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Este newsletter ha llegado más lejos de lo que pensaba y en los últimos artículos del año, quiero reflexionar sobre cómo Tech ha cambiado mi vida.
Este es un artículo, que sale de la programación habitual de Growth Morning (no se asusten, ¡seguiremos compartiendo conocimientos de Growth, Producto y Startups todas las semanas!) pero me parece importante compartirlo porque quizás alguien puede estar pasando por una situación similar.
Es el primer artículo de una serie de 4 sobre aprendizajes y reflexiones:
Esta bien no querer ser CEO
No persigas un sueldo, persigue un estilo de vida.
Planeamiento personal. OKRs y KPIs. Qué hacer cuando te quedaste sin metas.
10 aprendizajes y reflexiones sobre Estrategia, Producto y Growth.
Permítanme explicar el porqué no lo entendí antes
Luego de haber trabajado 5 años sin vacaciones, queriendo ser CEO de una empresa top antes de los 35, dando mi 101% y siempre pensando en la siguiente posición, no había tenido tiempo de parar y reflexionar sobre quién soy yo en el mundo laboral.
Este artículo es una introspección y una reflexión que agradezco haber logrado este 2022.
Un poco sobre mi, profesionalmente…
Para tener contexto… Explicación muy personal y breve sobre Diego, el profesional (hasta ahora)
Desde joven sabía que "necesitaba" dinero y, como no quería ser médico como mi papá, entendí que debía buscar otra ruta. La más rápida y eficiente para conseguir mi primer empleo.
Estudie ingeniería industrial por eso, porque me explicaron que era “rápido” conseguir tu primer empleo, siempre y cuando manejes excel intermedio e inglés. Además, tengo un gusto irracional por la lógica matemática y creo que todo se puede expresar en ecuaciones.
Comencé a trabajar desde los 20 y tuve la suerte* de ascender rápido 2 veces: de practicante a analista (aún sin acabar la universidad, siendo los años más cansados y multitasking de mi vida hasta ahora) y de analista a jefe; pero con un costo alto: sacrifique mucho (muchísimo) tiempo, perdí "amigos", arriesgué mi salud mental, afecté un poco mi salud física y me perdí de muchos "momentos". De hecho, hasta este año no había tenido vacaciones.
*Suerte, laboralmente hablando, yo la entiendo como el equivalente a trabajar mucho (pero sobre todo muy inteligentemente) y tener buenas relaciones (que se vuelvan buenas referencias).
El trabajar duro e inteligente te genera la experiencia y las relaciones las oportunidades, la unión de ambas te genera la suerte.
¿Trabajar para vivir o vivir para trabajar?
Resonaba en mi cabeza cuando conversaba con nuevas personas que conocí en Madrid, en mi primer eurotrip en abril 2022
En abril del 2022 viajé a Europa solo por primera vez, era algo que quería hacer desde hace mucho tiempo, ya había ahorrado y tenía el tiempo para hacerlo. Eran mis primeras vacaciones profesionales. En el viaje conocí una cultura diferente: Trabajar para vivir. Ya conocía 2 o 3 personas que dejaron todo (profesionalmente hablando) para irse a vivir por el mundo, y me parecían unos locos.
Me sorprendió lo normal que es trabajar para vivir y no necesariamente querer ser el/la mejor, simplemente buscar ganar lo suficiente para “estar tranquilo“.
Esto estaba muy alejado de mi entorno profesional cercano, altamente competitivo, que vive (y mata) para trabajar y ser el/la mejor.
¿Qué es Trabajar para vivir? Si dedicas tu vida profesional al mundo dependiente (es decir, no emprendes) trabajar para vivir lo entiendo así: tener vida post 6:00 pm, respetar tu horario, los días festivos y las vacaciones, pero, sobre todo, no definirte como tu puesto laboral.
Luego de varias conversaciones sobre el tema y varios días solo, en mi cabeza no dejaba de resonar la idea de que quizás haya estado equivocado todo el tiempo.
¿Trabajar a tope era realmente algo que quería? pensaba.
¿Cuánto he dejado de vivir por trabajar? Recordé el 2017/18, donde había dicho que NO al intercambio universitario para conseguir prácticas antes que todos mis compañeros… competitivo al 100%... (Quizás por eso tenía tan presente el conocer Europa solo, para quitarme la espina).
También pensaba ¿Habrá valido la pena? ¿Lo volvería a hacer?. Y, al finalizar el viaje, descubrí que si. Si valía la pena y de todas formas lo volvería a hacer porque trabajar sin parar (pero con mucha cabeza) me había llevado a este momento.
¡No querer ser CEO antes de los 35 y enfocarte en ganar lo “suficiente” estaba bien! A pesar que yo no pensaba así
Comprendí que, por más obvio que sea, siempre y cuando encuentres lo que buscas en la vida, estaba permitido no querer ser CEO.
Entendí que la realización personal es lo más subjetivo del mundo.
Reflexiones finales
Finalmente… Yo ¿quiero ser CEO en algún punto de mi carrera? Si, eso no ha cambiado ni un poco 😁.
Solo que ahora soy más reflexivo, entiendo que mi verdad no es, para nada, absoluta y comprendo que cada persona juega un juego diferente.
¿Es conformismo no querer ser CEO? Para nada, es un tema de prioridades en la vida; muchas veces, este grupo de personas la tiene más clara que el resto, partiendo por el hecho de que saben lo que NO quiere.
¿Es mejor querer ser CEO? No, ninguna es mejor que otra, solo son Estilos de vida (próximamente...) que tienes que aceptar.
¿Los que no quieren ser CEOs son mas felices? No hay data para saberlo (y si la hay, me la comparten para corregir esto).
¿Uno es más ambicioso que el otro? No, la ambición es relativa al objetivo final, si no sabemos los objetivos del resto, no podemos asegurar (y menos opinar) nada.
Esta bien no querer ser CEO y, los que si lo queremos, no somos mejores que nadie.
En lo profesional, lo más importante es saber que juego quieres jugar y disfrutar del proceso, mientras más rápido sepas qué quieres jugar: mejor.
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Mientras escribía esto tenía esta canción en la cabeza:
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